Este domingo se celebra el día de la mujer trabajadora. Quiero hacer un pequeño homenaje a todas las mujeres, poniendo especial atención en la igualdad de géneros, que es uno de los objetivos de etapa, del primer y segundo ciclo de la E.S.O. y uno de los logros más importantes de la historia en lo referente a derechos y libertades. En la red pueden encontrarse diferentes recursos para trabajar con los alumnos el día de la mujer.
Artículo 4.d) Decreto de curriculo 291/2007, de 14 de septiembre.
La Educación Secundaria Obligatoria contribuirá a desarrollar en el alumnado las capacidades que le permitan:
[…] Valorar y respetar, como un principio esencial de nuestra civilización, la igualdad de derechos y oportunidades de todas las personas, con independencia de su sexo, rechazando los estereotipos y cualquier tipo de discriminación.
¿Cómo comienza esta apasionante historia?
En el mes de mayo de 1908, un grupo de mujeres socialistas de Chicago celebraron un acto llamado Día de la Mujer, para reivindicar el derecho al voto de la mujer (sufragistas), en el teatro de dicha localidad; en febrero del año siguiente en Nueva York, otro grupo de mujeres socialistas conmemoraron el Día Nacional de la Mujer Trabajadora, y así fueron celebrándolo las distintas agrupaciones femeninas de EE.UU. hasta 1913.
En 1910, en la Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, celebrada durante la II Internacional, se aprobó por unanimidad que el día 8 de marzo sería el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. La O.N.U. lo declaró oficial en 1975, coincidiendo con el Año Internacional de la Mujer.
Se han escuchado infinidad de historias referentes a cómo se produjo este acontecimiento. La más conocida es la que vincula esta fecha al incendio de una fábrica textil en Nueva York, llamada Cotton, en la que las mujeres se habían declarado en huelga hasta que mejorasen sus condiciones laborales (perores que las de los hombres). Este incidente sucedió, pero no es el antecedente de este gran día, sino una causa de las diferencias que existían tanto laboral como socialmente entre hombres y mujeres.
¿Por qué hay un día para la mujer y no hay uno para el hombre?
Sí hay un Día del Hombre, es el 19 de noviembre y se estableció en 1992, por Thomas Oaster, profesor de la Universidad de Missouri-Kansas, aunque no se popularizó hasta 1999. Su objetivo principal es abordar temas de salud masculina y promover la igualdad de género, entre otras cuestiones.
En muchos países no tiene carácter oficial como el Día de la Mujer, ya que la O.N.U. no lo ha concretado oficialmente, pero se celebra en más de 50 países, incluido España.
Situación actual
Personalmente, me gustaría llamar a este día el Día de la Mujer, lo de trabajadora no deja de ser un adjetivo explicativo en el que la cualidad del sustantivo es inherente al mismo, o sea, forma parte de su propia naturaleza. Todas las mujeres son trabajadoras, tanto en el hogar como fuera de él.
La mujer, a lo largo de la historia, ha tenido que sufrir la desigualdad de género, con más o menos virulencia según la cultura, religión y país en el que se encontrara.
En la actualidad, en muchos países esta desigualdad sigue vigente, y por este motivo celebramos el Día de la Mujer, para recordar a todas esas mujeres valientes y luchadoras que han dedicado sus vidas a pelear para obtener la dignidad y honorabilidad que le corresponde a todo ser humano, tanto a hombres como a mujeres.
Día Internacional de la Mujer Trabajadora
La O.N.U. establece que «el Día Internacional de la Mujer es un buen momento para reflexionar acerca de los avances logrados, pedir más cambios y celebrar la valentía y la determinación de mujeres de a pie que han jugado un papel clave en la historia de sus países y comunidades» (fuente: O.N.U.).
El lema escogido de este año, «Empoderando a las Mujeres, Empoderando a la Humanidad: ¡Imagínalo!», recrea un mundo en el que cada mujer y cada niña pueden tomar sus decisiones, tales como participar en la política, educarse, poder vivir en sociedades sin violencia ni discriminación. Este mensaje lo defiende la O.N.U. en palabras de Ban Ki-moon, el actual Secretario General de esta Organización.
En este sentido, en España destacan las figuras de dos mujeres que defendieron el derecho a voto. La primera es Concepción Arenal, nacida en Ferrol en 1820, gran luchadora también en el ámbito de las reformas sociales; la segunda es Clara Campoamor, hija de padres obreros, que obtuvo la licenciatura en Derecho en la Universidad de Madrid con 36 años de edad, fue elegida diputada durante la II República y colaboró en el proyecto de Constitución de 1931, en el artículo 36, en el que se le dio el voto a la mujer por primera vez en la historia de nuestro país.
Con estos dos grandes ejemplos me despido.
Laura Ruiz, profesora de Geografía e Historia
Colegio San José – Espinardo
Alberto dice
Gracias por acercarnos a la historia.