El sábado 25 de marzo, alumnos de 2º de ESO se presentaron por primera vez al Concurso Coca-Cola Jóvenes Talentos de Relato Corto que lleva celebrándose desde hace 57 años.
EN CLASE
Para poner a prueba a los participantes seleccionados, se hizo en clase una simulación del concurso: escribir un relato breve durante 25 minutos en el que apareciera una “Bicicleta vintage” y la oración “Aquel instante era especial aunque pasaba tan rápido como el ritmo de aquella bicicleta”. Este ejercicio se planteó así porque todos los años al comienzo de la prueba oficial, el alumno cuenta con un tema o estímulo sobre el que debe versar su escrito, en un tiempo máximo de dos horas. A pesar del poco tiempo que les di, este fue el resultado (ejemplo de relato breve con un final desgarrador, escrito por Ana Ferrer Salaberry de 2º A):
Mi madre subió la persiana y una tenue luz invadió mi habitación. Me desperté y al momento me encontré frente a toda mi familia con una enorme tarta y la música de fondo. Era mi cumpleaños y por alguna sencilla razón sentía que iba a ser diferente, distinto a todos los anteriores.
Tras desayunar y abrir todos los regalos, me dispuse a quedar con mis amigos un rato. Justo cuando había terminado de bajar el último peldaño de las escaleras, mi vista se desvió hacia un enorme paquete. Me quedé un par de segundos mirándolo, sin saber muy bien qué hacía ese enorme regalo en la entrada de mi casa. Lo abrí y al descubrir lo que era, se me llenaron los ojos de lágrimas, recordaba perfectamente esa bicicleta. Aquella bicicleta vintage con la que mi abuelo me llevaba al parque y pasaba todas las tardes jugando en aquel columpio. Pensaba que la habían vendido después de la muerte de mi abuelo, pero allí estaba. Tras tomarme unos segundos para reponerme de la punzada de dolor que había sentido, cogí la bicicleta y salí a dar una vuelta.
Llevaba como media hora cuando mis piernas empezaron a fatigarse y decidí parar justo al lado de un lago por el que estaba pasando. Dejé la bicicleta apoyada en el árbol, pero al realizar aquella acción me di cuenta de que la bicicleta tenía una especie de marcha más. Nunca antes la había visto, así que decidí pedalear con ella. Me olvidé del cansancio, monté en la bicicleta y puse la marcha.
Unos instantes después, todos los bosques, animales, el agua del lago y la vegetación empezaron a pixelarse y lentamente a desaparecer. Me encontraba en una especie de burbuja borrosa con un panel ante mí. Me acerqué y pude distinguir varias filas de números, meses y años. El panel marcó una fecha: 02- 10-2005. Y toda la burbuja se transformó en el salón de la casa de mi abuelo, y allí estaba yo, sentada en sus brazos. Mi abuelo me estaba diciendo algo sobre la bicicleta y entonces lo entendí todo. Mi abuelo siempre hablaba de aquella bicicleta con mucho aprecio, como si albergara algo dentro. Esa bicicleta era también una máquina del tiempo.
Sonó un fuerte pitido y volví a estar dentro de aquella burbuja. Me adelanté hacia el panel y busqué exactamente la fecha a la que quería ir: 14-02-2016. Y todo lo que me rodeaba dio paso a árboles, flores y animales. Una hermosa puesta de sol tenía el cielo de un color poco corriente y yo al lado de mi abuelo reía sin preocupaciones. Aquel instante era especial aunque pasaba tan rápido como el ritmo de aquella bicicleta, bueno, de aquella máquina del tiempo.
Sentí que el pitido volvía a sonar pero no pasó nada. Seguía estando allí, seguía viéndome a mí con mi abuelo. Me giré y descubrí lo que pasaba, un grupo de zorros habían destrozado la bicicleta. Empecé a gritar y a llorar cuando ella se volvió y me preguntó: ¿Quién eres y qué has hecho con la bicicleta de mi abuelo?
Este año se han encontrado con el estímulo nada más entrar en el aula. Junto al material y a una botella de Coca-Cola, había una caja, LA CAJA MISTERIOSA. En una de sus caras ponía: “Era su última oportunidad para descubrirlo” y si introducían la mano, podían tocar un cuadrado de césped, todo un acierto para no quedarse en blanco.
Aquí os dejo la tabla realizada por Coca-Cola sobre los temas y estímulos planteados desde la primera edición.
En clase también leímos en voz alta algunos relatos de los ganadores a nivel autonómico y nacional del año pasado. A continuación os presento el relato de la ganadora nacional, Verónica Rodríguez Martínez (Galicia), cuya inspiración le llegó gracias a “una caja de música”:
Las olas bailan con la orilla. El viento baila con las olas y las gaviotas bailan con el viento.
Mi pelo no baila con nadie. Debería soltármelo y bailar con todos ellos, supongo. Bailar al son de esa melodía que no deja de repetirse, que no puedo dejar de repetir. Que, siendo siempre la misma, cada vez cambia más de significado, hasta el punto de volverse incomprensible. Aunque, ¿acaso el significado no es sino el que yo le ponga?
Al principio, todo fluye. Los movimientos de mi cuerpo se enlazan a la perfección entre ellos y con la música. Luego, aparece el obstáculo. La antítesis de la creatividad. Mis pies se frenan y yo trato de moverlos corriendo tras la melodía que cada vez me lleva una ventaja más considerable. Mis pasos se vuelven inorgánicos, inseguros. Miro para todas partes buscando quién sabe qué en quién sabe dónde, pero se acaba la música.
Se calla la guitarra y, después de escuchar el último e inútil “wish you were here”, estoy sola.
Me siento y parece que es el mundo el que sienta encima. Y vuelve a sonar la guitarra.
Y me voy corriendo a quién sabe dónde, huyendo de la nada en la que estaba cayendo, o entrando en ella cada vez más.
Así que yo creía diferenciar el cielo del infierno… Creía diferenciar el dolor, del cielo azul en el que bailan las gaviotas que bailan con el viento que baila con las olas que bailan todas ellas con la orilla con una naturalidad humillante.
Tal vez por eso mi pelo no baila, siempre he sido muy orgullosa.
Puede que por eso haya llegado hasta esta playa. Puede que por eso esté aquí, sentada, inspirando (me) y expirando (me) lentamente.
Tal vez sea cierto que donde duele, inspira.
Un mechón de pelo escapa del recogido y, sin pedir permiso, se une a la danza; y yo me suelto el pelo. Me lo suelto y agito la cabeza para apartármelo de la cara con un movimiento casi bonito.
Y es que, no sé. Tal vez sea eso. Apartarse el pelo de los ojos, o mirarle a los mismos al mar sin pensar en el peligro de las olas. Que toda la belleza salga de quién sabe dónde; la serendipia y sus derivados.
Tal vez sea escuchar la canción sin tratar de entenderla.
Pero bailarla hasta que se acabe, por si no se repite.
Siempre bailarla.
EN CASA
Nuestros alumnos recibieron a través de la plataforma pautas para repasar y mejorar la ortografía a través de la RAE y una serie de unidades didácticas facilitadas por la responsable de zona de Coca-Cola (estas se pueden descargar en: http://concursojovenestalentos.cocacolaespana.es/materialesytrucos )
- El relato corto.
- El lenguaje: la herramienta del escritor
- Tema, sentido, argumento. El conflicto
- El punto de vista
- El personaje
- Construcción de voces. El diálogo
- El tiempo y el espacio
- Recursos formales: campos semánticos, ritmo, estructura
No obstante, se ha hecho hincapié en los siguientes pasos planteados también en el enlace anterior:
PREMIOS
Los premios que Coca-Cola publica en su web son los siguientes:
PREMIOS ESTATALES
Los tres mejores relatos de entre los 17 ganadores autonómicos disfrutarán de un curso de escritura creativa de dos cuatrimestres de duración impartido por una prestigiosa escuela literaria (seleccionada por la Organización del concurso), que el alumno realizará de forma online.
PREMIO AUTONÓMICO
Los 17 ganadores autonómicos disfrutarán de un viaje de carácter cultural y de ocio donde conocerán a importantes escritores y vivirán experiencias inolvidables.
PREMIOS PROVINCIALES
Los tres primeros clasificados por provincia o sector provincial recibirán un premio, dependiendo del orden de clasificación que el Jurado Provincial les haya asignado. Asimismo, todos ellos recibirán un obsequio Coca-Cola.
SÁBADO, 25 DE MARZO A LAS 11.00 H
Esa mañana se respiraba tranquilidad. La razón era sencilla: no se trataba de ningún examen, y así se lo recordaron dentro del aula. Quedamos a las 10.45 en la puerta del Aulario Norte de la UMU, y entre foto y foto delante del gran hinchable de Coca-Cola, caía algún consejillo de maestrillo.
A las 11.00 h. nombraron a nuestros alumnos del Colegio San José que tomaron asiento motivados por los detalles de Coca-Cola (bolígrafos, cuadernillo, refresco, caja…). A continuación, la organización permitió que padres y profesores accediésemos al aula para hacerles fotos y escuchar la presentación de la prueba. Desde ese instante contaban con dos horas para ser creativos, darles vida a los personajes, pensar en el tipo de estructura narrativa…
Cuando terminaron de escribir, no podían marcharse sin su caja misteriosa, ya que les serviría para canjear regalos en el stand de Coca-Cola (camisetas, refrescos, etc.)
A LA ESPERA…
Estos alumnos de 2º de ESO se han presentado a este concurso porque redactan con coherencia y cohesión, tienen un amplio vocabulario y una letra legible. Esto significa que no han llegado aquí por casualidad y ojalá sus relatos consigan ver la luz. Mientras, nos quedaremos con esta experiencia irrepetible para ellos. ¡SUERTE A TODOS!
Estas son las fechas publicadas por Coca-Cola una vez que se conozcan los ganadores:
PARA LOS CURIOSOS
Seguro que cuando más de uno vea esta selección de imágenes e información recopilada por Coca-Cola sobre antiguos participantes, sentirá emoción por el anhelo de aquel bendito pasado o porque se imaginan en el futuro a nuestros adolescentes sintiendo lo mismo que ahora sentimos, incluso con mayor vehemencia.
CARTA DEL ESCRITOR Y EXPARTICIPANTE FÉLIX G.MADROÑO
CONCURSO DE JÓVENES TALENTOS EN LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN
1965
1967
1981
1999
2000
En el siguiente enlace encontrarás más información sobre la historia del concurso:
http://concursojovenestalentos.cocacolaespana.es/sobreelconcurso