Se dice que el selfie es una adoración a la individualidad, un instante complaciente.

Nunca pueden ser comparables a autorretratos: de Durero a Picasso, de Van Gogh a Frida Kahlo, de Velázquez y Goya a Bacon. Un instante nunca es comparable a la permanente presencia en la historia de estas pinturas.
Todas ellas dan al arte la parte que no se ve, y hacen que la que se ve se aparte de la inmediatez del selfie. El selfie no se pregunta qué aspecto retratar. Todo lo hace la cámara.
El autorretrato recoge simbólicamente nuestro mundo emocional y el selfie es el azar en concordancia con la restante incoherencia del mundo.
Integración del selfie en el autorretrato
Ante la dificultad técnica que supondría afrontar el proyecto de un autorretrato por alumnos de 1º de la E.S.O., y con el fin de dar un soporte artístico al selfie, decidí integrar ese instante complaciente en el decorado personal que cada niño configurara.
De este modo, la adoración a la individualidad que se le presupone al selfie vendría integrada en un proyecto consciente, con una elaboración, un trabajo y, por supuesto, una creatividad que le aporta una estimación más contundente.
Los alumnos de 1º A, B y C de la E.S.O. del Colegio San José de Espinardo han afrontado este proyecto con materiales muy básicos pero con gran entusiasmo, obteniendo así un óptimo resultado.
A continuación podemos ver una muestra de este trabajo.
Profesor de Artes Plásticas
chony dice
Magnífico el cuadro del selfie pero genial lograr que los alumnos se impliquen a la hora de realizar un trabajo y más aun aprender de la mano de un artista. Los chicos están estupendos. Muy original
Natalia dice
Hola! Me gustaría saber más sobre el proyecto y me preguntaba si te interesaría hacer un podcast para la web.
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