Por Carlos Mata Moñino (4ºC ESO)

No hay premio que más se merezca el Colegio San José que uno relacionado con el deporte. Y eso hemos obtenido: el Premio de «Igualdad en el Deporte», que nos entregaron el jueves pasado, día 3 de marzo, y que consistió en una mochila a cada alumno y, para el centro, 1000 € para gastar en material deportivo (enlace a la noticia).
Un día especial
Ese día, nada más entrar al cole, observabas cómo estaba de reluciente: una planta de frondosas hojas te daba la bienvenida junto a la sala de profesores y unas puertas recién pintadas te conducían al patio en el cual ni un solo papel habitaba.

El acto transcurrió en “la nave” (así llamamos a nuestro espacio multiusos que, entre otros, sirve de salón de actos, pues tiene un gran escenario), donde todos los alumnos de E.S.O. y de 6° de Primaria esperaban silenciosamente a los protagonistas.
Solo pasaron cinco minutos y ya estaban ahí, el telón del escenario se abrió y se observó un cartel, realizado por D. Alberto Sevilla, que llamó la atención de los invitados, entre los que se encontraban el Alcalde de Murcia, D. José Ballesta Germán, el Concejal de Deportes, D. Felipe Coello Fariña, la Concejala de Derechos Sociales, Dña. María Concepción Ruiz Caballero, y la Agente de Igualdad, Dña. María Ángeles Legaz Domínguez.
Los discursos
El alcalde dijo que, en el ámbito deportivo, han detectado una fuerte desigualdad entre niños y niñas, sobre todo a partir de los doce años, y que esa es la razón de este premio: tratar de que la práctica deportiva sea más igualitaria y responda menos a los estereotipos.
Por su parte, el Concejal de Deportes dio un discurso que, al finalizar, llenó el escenario de aplausos. Más tarde le tocó hablar a Dña. Milagros Candel, la titular de nuestro colegio, y su discurso no fue menos. Y, por último, habló la presidenta del A.M.P.A., cuyo alegato destacó por su brevedad y belleza.
La entrega de premios

Y de ahí llegamos a la entrega de las mochilas, que fue el premio que nos dio el Ayuntamiento a los alumnos, aunque no subimos todos y cada uno de nosotros a recogerlas, sino que subieron al escenario dos representantes de cada curso, en algunos casos tres: subían, se echaban una foto y regresaban a su sitio a comentar el obsequio que nos habían regalado los representantes del Ayuntamiento que vinieron a celebrar el acto con nosotros.
Y aquí el acto finalizó, pero, sin duda, lo que más destacó fue la masa de aplausos que dimos al final.
Todo fue sencillo y bonito al mismo tiempo.
Carlos Mata Moñino (4ºC E.S.O.)