El pasado 28 de abril el Colegio San José participó en las Olimpiadas de Economía y Empresa que, en su octava edición, organiza la Facultad de Economía de la Universidad de Murcia cada año. En ella han participado centros de toda la región, con la opción de pasar a la fase nacional en caso de ganar la fase local. A continuación pueden leer una breve reseña de la jornada en palabras de Yasmina Cazorla, una de las alumnas participante, junto con Oscar Iniesta, ambos, alumnos de segundo de bachillerato.
La prueba
La prueba tenía una duración de dos horas y recogía cuestiones teórico-prácticas relacionadas con las materias de Economía (impartida en primero de bachillerato) y Economía de la Empresa (impartida en segundo de bachillerato).
Lo cierto es que dadas las circunstancias, dos semanas de vacaciones y las dos semanas próximas de exámenes finales, mentiría si dijese que he estudiado tanto como me hubiese gustado, o que he estudiado siquiera. Sin embargo, a pesar de que entré en ese edificio pensando que no sabía hacer nada, salí de allí sabiendo aún más.
Después de hacer el examen, todos los presentes recibimos por parte de la Universidad un diploma de asistencia. Una experiencia interesante. Tras esta entrega, realizamos una visita a la facultad. Entramos a la hemeroteca, donde la amable secretaria nos mostró las instalaciones y el fondo documental con el que llevaban décadas investigando miles de estudiantes y profesores.
El valor económico del español
Después tuvimos la oportunidad de asistir a la ceremonia de investidura como Doctor Honoris Causa del profesor de Economía José Luis García Delgado, renombrado economista y, a su vez, lingüista, que fue profesor de Economía Aplicada, también, en la facultad de Economía de Murcia durante los primeros años de vida de esta, y que actualmente es catedrático emérito de Economía Aplicada de la Universidad Complutense de Madrid. Este honor es un reconocimiento por el trabajo de toda una vida.
El economista nos habló de algo en lo que posiblemente ninguno de nosotros haya pensado jamás, algo a lo que llamó ¨El valor económico del español¨, un estudio en el que él, y algunos de sus compañeros allí presentes, habían estado trabajando durante casi diez años. Lo sé, ahora muchos de vosotros os estaréis preguntando qué sentido tiene eso, o si, realmente, vale la pena estudiar algo que parece tan insignificante durante tantos años.
Y ahora es cuando yo, que también me estuve preguntando lo mismo durante la primera mitad de la ceremonia, os respondo que sí. Lo cierto, es que, aunque creamos que no, uno de los mayores legados de nuestra historia cultural y económica, y una de las mayores ventajas que tiene el español corriente es aquella lengua, la cual no parecemos saber apreciar lo bastante, y que se habla en prácticamente la mitad del mundo. Sin embargo, este es un tema en lo que no voy a indagar demasiado porque, opino, que para entenderlo tendríais que haber estado allí presentes.
Me parece que, la única cosa que tú, y yo, podemos apreciar totalmente son los puntos a los que puede llevar el amor y la dedicación a una ciencia o a un trabajo, en este caso la economía, que lleva a sus profesionales a investigar en lo más profundo de ellas buscando respuestas a preguntas que ninguno de nosotros sabía siquiera que existieran, y que influye en nuestras vidas en ámbitos y de maneras que ninguno de nosotros podría llegar a imaginar.
Yasmina Cazorla – Alumna de 2º de bachillerato – Curso 2016-2017