Ayer, los alumnos de 3º y 4º de E.S.O. y tres profesores (Dña. Mercedes, Dña. Laura Cánovas y quien esto escribe) hicimos una salida al Auditorio Víctor Villegas para asistir, una vez más, a una representación teatral, en esta ocasión de La Celestina, un espectáculo ofrecido por la empresa Recursos Educativos, dentro de su programa Haz teatring!, una empresa con la que el año pasado tuvimos ocasión de disfrutar de la representación de Rinconete y Cortadillo, y el anterior, de Don Juan Tenorio.
Salimos del colegio pasadas las 8:30 h. y llegamos los primeros al Auditorio, lo que nos permitió sentarnos donde quisimos para disfrutar mejor de la obra de teatro. Los alumnos de 4º de E.S.O. ya conocían esta obra literaria, pues la estudiaron el curso pasado; no obstante, unos días antes de la representación la repasamos en clase, con unas explicaciones y una proyección en la pizarra digital de personajes y temas. Por su parte, los alumnos de 3º de E.S.O., que aún no la han estudiado, también conocían el argumento, los personajes y los temas de la obra, pues hablamos de ella durante una clase para que tuviesen unas nociones acerca de este texto del siglo XV que supone un punto de inflexión en la literatura española.
El telón se abrió, o, más bien, se oyó el gañido del halcón de Calisto, a las 10.00 h., y una hora después se cerró, o, mejor dicho, el protagonista cayó de la escalera y murió.
La interpretación corrió a cargo de cuatro actores que dieron vida a los nobles Calisto y Melibea, a la vieja bruja Celestina, a los criados Sempronio y Sosia y a la prostituta Areusa.
La decoración y el atrezo consistieron, por un lado, en una silla, un baúl, el hilado con que Celestina embruja a Melibea y el cordón de esta que aquella le entrega a Calisto; por otro lado, en unas pantallas de tela blanca en las que se proyectaban bien imágenes que mostraban elementos inquietantes (como un ojo), bien el escenario en el que transcurría la acción (el interior de una casa, el huerto de Melibea, el fuego donde Celestina cocina sus pócimas y hace hechizos…), bien luz para que los espectadores pudiésemos ver las sombras de los personajes (vimos, por ejemplo, las sombras de Calisto y Melibea besándose, o la sombra de Calisto cuando este yace muerto y su criado Sosia lo llora).
A las 11:00 h. acabó la representación y, tras un merecido aplauso a los actores, salimos y nos quedamos un rato en el parque del Auditorio, donde los alumnos desayunaron, conversaron y pasaron un rato distendido.
José Eduardo Morales
Profesor de Lengua y Literatura