Un nuevo relato de terror para este ciclo de Halloween es el que nos ofrece Jesús Alarcón Quijada, de 4ºB de ESO, titulado Poeseído, que trata de la batalla que emprenden unos policías contra la presencia de un diablo y la posesión infernal de cuerpos con fines malévolos…
POSEÍDO
por Jesús Alarcón Quijada
El 25 de diciembre de 1990, el padre de cinco hijos mató a su mujer delante de ellos, los asesinó y se suicidó. A partir de ese día, se registraron casos muy parecidos y todos coincidían en dos cosas: que las familias tenían más de dos hijos y que siempre se producían el 31 de diciembre de cada año. Las investigaciones policiales solo encontraron esas similitudes, pero no se les ocurría ninguna razón por la que se produjesen esos asesinatos. A uno de los agentes que llevaba la investigación, se le ocurrió ir a preguntarle sobre el caso a una vidente, que aparte de adivinar el futuro entendía sobre temas demoníacos (este agente se llama Gonzalo).
El lugar donde se encontraba la vidente estaba a las afueras de la ciudad en un callejón oscuro y sin salida. Cuando Gonzalo entró la vio hablando sola con un crucifijo en la mano y le hizo unas cuantas preguntas sobre los asesinatos ocurridos en los últimos años. La señora respondió a todas ellas con una sola respuesta, le dijo que había un siervo del diablo llamado Azrael y su objetivo era poseer a algún miembro de una familia para matar a todos sus familiares y luego suicidarse. Pero esto lo haría solo cada vez que se recordara el nacimiento de Jesús (25 de diciembre), por eso los asesinatos tenían ese orden y la única manera de parar esto era invocarlo y matarlo. De repente, la habitación donde se encontraban empezó a temblar y se fue la luz. La vidente encendió una vela y se podía distinguir una silueta parecida a una persona con cuernos y una cola. La silueta desapareció y volvió la luz. La señora le dijo al agente que era un aviso y que tuviera cuidado.
Gonzalo llegó a la comisaría un poco asustado y le contó a sus compañeros todo lo que le había pasado y lo que tenían que hacer para resolver el caso. La verdad es que no se lo creyeron pero como no tenían otra opción decidieron que iban a hacer la invocación. Los demás agentes eran: Jorge, Lucas y Juan.
En esa misma noche, cuando Lucas llegó a su casa se encontró a su mujer (Lucía) con un cuchillo en la mano y con un demonio perfectamente reconocible al lado de ella. Su esposa se dirigió hacia él corriendo para matarlo pero justo antes de que lo apuñalara sacó la pistola y le disparó en la pierna. Como si nada, Lucía levantó la cabeza, le preguntó qué había pasado, se desmayó y el supuesto demonio ya no estaba ahí pero le dejó una nota avisándole de lo que le iba a pasar si intentaban matarlo.
A la mañana siguiente, a todos les habían pasado cosas parecidas a lo que le pasó a Lucas y tenían la misma nota que le dejó el demonio. Todos se pusieron de acuerdo, y quedaron esa misma noche para matarlo.
Se hizo de noche y todos habían llegado ya al lugar donde estaba la vidente. Pusieron unas velas formando un círculo en el suelo y dibujaron un símbolo dentro del círculo que formaban las velas. La adivina empezó a citar unas frases que tenía en un libro de otro idioma. Empezó a temblar el suelo y se escuchó una voz terrorífica diciendo que los mataría si no paraban la invocación. Del círculo que formaban las velas salió el demonio Azrael y mató a la señora, atravesándole el pecho con su brazo.
Después, se dio la vuelta y fue a matar a Gonzalo cuando Jorge se puso en medio y lo mató a él. Lucas le pegó un tiro en la cabeza y lo dejó inconsciente pero no murió. Gonzalo fue rápidamente a coger un crucifijo cuando el demonio despertó y le cortó la cabeza a Lucas, pero Gonzalo vino por detrás y mientras estaba despistado lo atravesó con el crucifijo.
A la semana siguiente, cuando Gonzalo estaba en el funeral de sus difuntos amigos, escuchó una voz que le decía: gracias.