Pudiera parecer otro el significado del título de esta entrada pero es que expresa lo acometido por los alumnos de 3º de la ESO en la materia de Matemáticas Orientadas a las Enseñanzas Académicas en esta primera semana de curso. Ocupándonos de entender el significado del error que se comete al aproximar un número o el asociado a toda medida, tenemos preparada una actividad fuera del aula con la que, además de salir del contexto siempre más rígido y formal de la clase, ponemos en práctica la teoría previamente expuesta.
Es la manera de trabajar mediante proyectos, algo que el departamento de Matemáticas del colegio San José tiene claramente asumido y con la que los profesores de la materia se identifican plenamente. Tratar de que el aprendizaje de Matemáticas resulte atractivo y motivador para los alumnos es un objetivo no muchas veces fácil de conseguir y por eso planteamos diversidad de enfoques para la adquisición de estos contenidos. Abierta a muchas posibilidades, la enseñanza de Matemáticas en los cursos de la ESO, pensamos que no debe quedarse en la transmisión de un saber hacer sino en entender su uso práctico y su aplicación en las distintas ramas científicas. Es gratificante cuando nuestros alumnos pasan de un “no lo entiendo” y un “esto para qué sirve” a, una vez desarrollado todo el proceso que requiere la actividad, un “ahora sé por qué y para qué”. Desde plantear el caso o problema hasta la solución, pasando por tomar datos, medir, contrastar y calcular, permite percibir al alumno, de una manera flexible y funcional, la materia de Matemáticas.
¿Medimos?
Las pistas deportivas del patio del colegio se convirtieron por una hora en objeto de medidas. Anchos, largos, altos. Cálculo de medias, aproximaciones… Tuvimos que establecer grupos de tres alumnos con el fin de comparar después y establecer el equipo más preciso en las medidas. A ellos les quedó claro que sería la comparación de los errores relativos obtenidos lo que les llevaría a la obtención del galardón. Detectaron posibles causas de error en las medidas y analizaron la manera de minimizarlas tratando de ser rigurosos a la hora de utilizar los aparatos, uso correcto de unidades de medida y realizar los cálculos. Un numeroso conjunto de estándares de aprendizaje evaluables puestos de manifiesto en una clase de Matemáticas con tintes lúdicos y divertidos.
Ni que decir tiene que los alumnos, y de forma unánime, se pusieron rápidamente de acuerdo en volver a repetir la experiencia de salir del aula para trabajar otros contenidos. Tranquilos chicos, enseguida llega la trigonometría.
Pascual Tomás