El pasado viernes 22 de mayo se celebró en el Colegio San José de Espinardo el acto de graduación de los alumnos de 2º de Bachillerato (Promoción 2013-2015). En esta ocasión, el conferenciante invitado fue D. Francisco José García Almagro, antiguo alumno del Colegio San José y médico especialista en Cardiología en el Hospital Morales Meseguer. Incluimos íntegramente la emotiva y didáctica conferencia.
“DOROTHY, THERE’S NO PLACE LIKE HOME?”
“No hay lugar como el hogar” o como le dice Glinda -La Bruja Buena del Norte- a Dorothy mientras sostiene a su perro Totó: Golpea tus talones juntos y repite las palabras “Se está mejor en casa que en ningún sitio”, “Se está mejor en casa que en ningún sitio”, “Se está mejor en casa que en ningún sitio”…
¿Se está mejor en casa que en ningún sitio?
Fernando Pessoa, de profesión poeta, se preguntaba: “¿Es hermoso el mar de otras tierras?“ y respondía: “Sólo el mar de otras tierras es hermoso. El que vemos nos trae siempre añoranzas del que no vemos”.
Mi nombre es Francisco José García Almagro y hoy he venido de vuelta a mi casa, que es este colegio, y tengo la certeza de que no ha habido, hay ni habrá mejor sitio que éste para empezar a ser persona.
Así que “No hay lugar como El Colegio San José ¡y lo sabes!”
Pero os animo a mirar hacia delante. Estamos celebrando vuestra graduación, el final de etapa y lleváis las alforjas llenas para iniciar otra nueva aventura, otro gran viaje.
CORAZÓN
Siendo cardiólogo no podría ser de otro modo; os hablo con y por el corazón. Pero no he venido a contaros que éste maravilloso órgano es capaz de latir ininterrumpidamente más de dos millones y medio de veces en una vida bombeando 7.500 litros de sangre diarios-¡menuda máquina!-.
Si buscáis en el diccionario esta palabra encontraréis varias acepciones.
Ánimo, valor, temple, buena voluntad…
Os deseo “este corazón” a partir de ahora para el resto de vuestro camino.
“Una vez hayas aceptado tus límites ve más allá de ellos”.
Se le atribuye esta frase al genio de Einstein. Esta idea refleja lo que es ser y tener corazón.
¡Ánimo! ¡Valor! No temáis los retos que se os van a presentar en los próximos días, semanas, años…
¿Conocéis la historia de Sir Roger Bannister? ¡Atención Bannister, no Lannister!
No tenía nada que ver con la complicada familia que reina sobre el trono de hierro en Desembarco del Rey, de momento…
Sir Roger, Bannister, era un estudiante de medicina británico que detestaba las ideas preconcebidas y las imposiciones categóricas del “establishment”. Uno de los credos comúnmente aceptados afirmaba que era imposible, inhumano, correr la milla en menos de 4 minutos. La milla era una distancia no olímpica pero de gran tradición en el mundo anglosajón que después fue exportada. Equivale a 1.609,344 metros.
Bannister no era un atleta profesional sino estudiante universitario, pero entrenó con ahínco para romper con lo establecido. Finalmente, el 6 de mayo de 1954 a las seis de la tarde, delante de tres mil espectadores que habían acudido a un encuentro de atletismo en las pistas de Iffley Road en Oxford, Roger Bannister consiguió la victoria en la milla con un tiempo de ¡3:59,4!
Desde aquel día en que se rompió la barrera de los cuatro minutos, el récord mundial de la milla se ha superado en 18 ocasiones.
¡No tengáis miedo y huid!… Huid de los prejuicios y dejad atrás el temor al fracaso.
Thomas Alva Edison realizó más de mil ensayos antes de conseguir fabricar su primera bombilla eléctrica. No diez ni cien; ¡mil!
Cierto día alguien le preguntó que cómo había sido capaz de perseverar en el intento tras tantos fracasos. Su respuesta fue firme: «Perdone que le corrija. No he fracasado ni una sola vez. De hecho, ahora conozco novecientas noventa y nueve maneras diferentes de no hacer una bombilla».
¿Quiénes son los genios? Aquellos cuya creatividad nace de la voluntad, de la paciencia, de la fe sin límites. Esto es, del corazón.
Muy pocos nacen siendo genios, la mayoría se hacen. Os invito aquí esta tarde a que una vez os impongan la beca de graduación trabajéis desde ¡ya! para sacar vuestra genialidad más salvaje.
CAMBIO
Estaréis cansados de oír –como yo- la palabra crisis en los últimos tiempos. El término griego “Krisis” viene del verbo “Krinein” que significa separar o decidir. Crisis es algo que se rompe y por ello hay que analizarlo. De la crisis surgen la crítica y el criterio; nos obliga a pensar.
¿Y si “Crisis” significara “Oportunidad”?
Morgan Scott Peck, psiquiatra y escritor norteamericano, publicó en su libro “La nueva psicología del amor” (The road less traveled, 1978):
“Nuestros momentos de más lucidez suelen tener lugar cuando nos sentimos profundamente incómodos, infelices o insatisfechos. Pues es en estos momentos empujados por nuestra insatisfacción, cuando salimos del camino trillado y empezamos a explorar maneras diferentes de hacer algo o respuestas más certeras”
Queridos amigos a partir de ahora vais a abandonar vuestro tranquilo pueblo de Espinardo, en Kansas, para viajar al mundo de Oz y llegar a Ciudad Esmeralda. No tengáis miedo al cambio, a vuestra transformación. El Espantapájaros desarrolló un cerebro que ignoraba que ya tenía, el Hombre de Hojalata descubrió su propio corazón y el León el valor escondido…
¿Qué vais a ganar en vuestro próximo viaje? ¿Qué encontrareis dentro de vosotros? La respuesta es: TODO LO QUE NECESITAIS.
Arriesgaos.
¿Por qué diablos solo consideramos EL RIESGO como la posibilidad de una pérdida o un daño? ¿Quién se arriesga en el fondo? ¿No será aquel que vive con el temor permanente a perder? ¿Quien no lo intenta por no fracasar?
“¡No funcionará!” “¡No lo conseguiré!” Desterrad estas ideas.
Dick Fosbury era un estudiante de la Universidad Estatal de Oregón. No era el atleta más rápido ni el más fuerte ni el más alto, pero tenía un gran afán por experimentar y descubrir.
Hasta él, las técnicas tradicionales en el salto de altura eran la de rodillo ventral o tijera. El salto Fosbury supuso una revolución. Consistía en correr en diagonal, curvarse y saltar de espaldas.
Su seleccionador le aseguró que saltando así se mataría; que estaba loco.
En los juegos Olímpicos de 1968 en México ganó la medalla de oro y fijó un nuevo record en 2,24 metros. Fosbury se arriesgó y ganó.
Como dijo el maestro Joda al joven Luke Skywalker en El Imperio Contraataca: “No trates de hacerlo… ¡hazlo! De lo contrario, ni siquiera vale la pena que lo intentes”.
SUERTE
De aquí a pocos días estaréis ya en pleno ojo del huracán; enfrascados en los exámenes finales y en el vértigo de la Selectividad. Vuestros amigos, vuestros padres, hermanos, vecinos… todo el mundo os deseará Buena Suerte. ¿Pero qué es la Suerte?
Permitidme que os cuente un “Cuento Chino”.
“Un anciano labrador tenía un viejo caballo para cultivar sus campos. Un día el caballo escapó a las montañas. Cuando los vecinos se acercaron para consolarlo y lamentar su desgracia, el labrador les replicó: « ¿Mala suerte? ¿Buena suerte? ¡Quién sabe!».
Una semana después, el caballo volvió de las montañas trayendo consigo una manada de caballos salvajes. Entonces los vecinos felicitaron al labrador por su buena suerte. Éste les respondió: « ¿Mala suerte? ¿Buena suerte? ¡Quién sabe!».
Cuando el hijo del labrador intentó domar uno de aquellos caballos salvajes, cayó y se rompió una pierna. Todo el mundo consideró aquello como una desgracia. Sin embargo el anciano se limitó a decir: « ¿Mala suerte? ¿Buena suerte? ¡Quién sabe!».
Semanas más tarde, el ejército entró en el poblado y fueron reclutados todos los jóvenes que se encontraban en buenas condiciones. Cuando vieron al hijo del labrador con la pierna rota, le dejaron tranquilo”
¿Había sido buena suerte? ¿Mala suerte? ¡Quién sabe!…
Enfrentaos a los retos que vienen despreocupados de la buena o mala suerte. Vivid y tomad vuestras propias decisiones y tan solo, VISUALIZAD aquello que anheláis y trabajad duro por ello.
Tengo 41 años y sigo ignorando un sin fin de cosas, pero lo que sí se es que aquellos que decimos que han nacido con “buena estrella” son en realidad optimistas que crean su propia suerte. Así que adelante y sed lo que queráis ser.
Y si os he hablado esta tarde de Corazón, Cambio y Suerte, yo, que soy un poeta frustrado, ¿cómo no voy a terminar cantando al Amor?
Así pues…
AMOR
Como nos susurra Leonard Cohen: “No hay cura para el amor pero el amor es la cura para todos los males”.
Vivimos para amar. El amor a alguien –Eros- o a algo –Creación- es a la vez sentido e impulso; nos marca el camino y a la vez nos nutre de la fuerza para recorrerlo.
Viktor Frankl era un médico austriaco especializado en neurología y psiquiatría. Era judío y fue deportado junto a su familia a varios campos de concentración hasta terminar en Auschwitz. Allí comprendió que incluso en las condiciones más extremas de deshumanización y sufrimiento, el hombre puede encontrar una razón para vivir.
Él sobrevivió al Holocausto pero su mujer y sus padres fallecieron en estos campos de exterminio.
Tras ser liberado por el ejército norteamericano y finalizada la guerra, Viktor Frankl regresó a Viena y retomó su consulta como psiquiatra. Cuando alguno de sus pacientes le contaba que se sentía deprimido él, sin ironía alguna, les preguntaba: “Y usted, ¿por qué no se suicida?”. El paciente, atónito, solía responder que no se quitaba la vida porque amaba a alguien o porque tenía algún proyecto pendiente. Entonces el doctor Frankl concluía: “¡Pues adelante! Cuide y haga crecer esa relación o ese sueño y estará vivo!”.
En unos de sus libros publicó: “Lo primordial es estar siempre dirigido hacia algo o alguien distinto de nosotros mismos, hacia un sentido que cumplir u otro ser humano que encontrar, una causa a la cual servir o una persona a la cual amar”.
Pues eso es lo que quiero para vosotros, que tengáis una pasión que os conduzca a una vocación. Ese sueño será a la vez vuestra brújula y vuestro combustible. Luchad por aquello que amáis y dejad atrás todo aquello que se entrometa en vuestra felicidad.
De esta forma seguro que superareis todas las pruebas que os esperan y disfrutareis en el futuro de un trabajo que no sea un medio para ganarse la vida sino el modo de expresar lo mejor de cada uno de vosotros.
Woody Allen suele decir que la jubilación es para la gente que se ha pasado toda una vida odiando lo que hacía y que su sueño más salvaje es tener noventa años y poder continuar haciendo una película al año durante muchos años más.
¡Ojala encontréis el amor por lo que hacéis y podáis compartir vuestra obra con alguien que merezca la pena!
Se está mejor en casa que en ningún sitio
Y para terminar, volvemos al país de Oz. Ya vais por vuestro camino de baldosas amarillas mirando al frente y con la mochila llena. Con un corazón generoso, sin miedo al cambio, confiados en vuestra suerte e inspirados por el amor.
Y para cuando queráis regresar, Glinda, la bruja buena, os hará repetir: “Se está mejor en casa que en ningún sitio, se está mejor en casa que en ningún sitio, no hay lugar como el hogar…” Y os daréis cuenta de que es verdad, porque en el fondo, el hogar lo lleváis metido dentro y os ha acompañado siempre.
Y por eso hoy estoy aquí, porque esta es mi casa. Porque de niño corría por el patio –FELIZ- y así –FELIZ- me hice mayor aquí. Porque cada vez que truena y caen chuzos de punta cierro los ojos y vuelvo a este colegio, y me reencuentro…
Me reencuentro en mi clase de 2º de EGB con Don Raimundo -el primero de los dos maestros que he tenido en mi vida-.
Allí vuelvo a ver a Juan González Ríos, mi primer amigo del cole, tratando de meterse entero su estuche de rotuladores en el bolsillo y todavía aún no se muy bien por qué.
Me reencuentro jugando en el patio al fútbol con José Antonio Labiano, Juanjo García Martínez y Perico López Montero… aunque a Perico también lo recuerdo clavándome los nudillos en la espalda cuando saltaba jugando a “Churro, media manga, mangotero”.
Me reencuentro sentado junto a las puertas correderas que nos separaban de la clase del “C” y del “A” -¡donde estaban las chicas!, mientras Don Diego nos daba capones “de broma” en la pizarra, Don José Morales abría su inmaculado portafolios y Don Jesús Navarro sonreía sin malicia al verme romper uno tras otros los pelos de la sierra de marquetería. Luego vuelvo a escuchar a Doña Inmaculada y Doña Magdalena en un perfecto inglés y si cierro bien los ojos y miro hacia dentro aún puedo ver a Don Pascual mesarse la barba mientras hacía como que nos vigilaba en los exámenes.
Me reencuentro con mis amigos de la Peña “El Algarrobo” –así nos bautizó Don Salvador, quien además de inspirar a Shigeru Miyamoto, el genio de Nintendo, me hizo disfrutar como nadie de la física y la química-.
Aún puedo ver sentados en los pupitres a mi alrededor a los Muñoces, a Francisco Carmelo Lloret Sánchez y a Fernando Martínez Martínez, mi hermano, quien parece estar allí desde siempre y para siempre (y de hecho anda por aquí esta tarde).
Me recuerdo en bachiller, dónde descubrí que Doña Milagros “sabía latín”, que Don Francisco Navarro amaba la historia aunque nunca nos daba tiempo a estudiar el siglo XX y que Don Vicente Tiburcio no entendía mi don para el dibujo y que prefería el de Patricio Chumillas. También me fue revelado gracias a Piedad Fernández -“Pity”- que las chicas, además de inspirarnos, podían ser los mejores amigos; tan buenos como Antonio Sánchez Káiser – a quien por suerte no tengo que cerrar los ojos para recordar porque a menudo lo veo crecer, junto a su familia-.
Me reencuentro con la deliciosa Doña Rosario, a quien junto a mi madre le debo en parte mi frustrante amor por las letras y también con Doña Mari Ángeles, filósofa, que nos hizo salir de la “caverna” para disfrutar de Nietzsche mientras hacíamos la pesada digestión de Kant y nos convertíamos en “Nuevos Románticos”.
Me reencuentro con Don Fidel, que tanto y tan bien me hizo aprender de Biología que ya no pudieron enseñarme nada nuevo un año después en la carrera.; ¡lo juro!
Me reencuentro con:
- El tupé “Rocker” de Juan Ángel Manzano, alias “Patxi”.
- Con la sonrisa bondadosa de Cano.
- Con la paciente colleja de Pina, sentado justo delante de mí.
- Con los dibujos de Armiñana y los diálogos de Soravilla -más de Wilder que de Kafka-
- Con las anchas espaldas de Ataz –ahora brillante tenor- .
- Con Antonio Conesa, amigo, paisano y profesor de “Mates” -por ese orden-.
- Con los profundos ojos azules de Teresa y los profundos ojos negros de otra chica que no voy a nombrar aquí…
Y me reencuentro con muchos otros profesores y amigos no nombrados hoy aquí pero a quienes también considero “Hogar”.
Me reencuentro, en definitiva, con personas que formáis parte de mi vida.
Solo puedo daros las GRACIAS; lo mucho o poco de bueno que hay en mí, es en gran parte vuestro.
GRACIASPOR DEJARME VOLVER A CASA…
¡SE ESTÁ MEJOR EN CASA QUE EN NINGUN SITIO!
Andrés "Pina" dice
Que grande eres!!!… Suscribo tus palabras!!!
Contigo aprendí lo que es la música de verdad, y a estar SIEMPRE contento y feliz, pasara lo que pasara.
Por cierto… ¿que dices de mi «colleja»?… Yo, como no me la veo… 🙂
Un abrazo, compañero.
Tomas Ataz dice
Que grande eres, y que orgullosos estamos todos de que fueras nuestro compañero. Me han emocionado mucho tus palabras… Siempre has sido un ejemplo como estudiante, como persona, y ahora como medico……. y de eso doy fe!!! Un abrazo Almagro!!