La semana pasada se jugó la primera ronda del torneo de ajedrez en la Biblioteca del Colegio. El martes se desarrollaron las partidas de la Categoría B y el miércoles, las de la A: estas últimas transcurrieron sin contratiempos, si bien en las del martes se produjeron algunas irregularidades. Hubo alguna baja, algunos alumnos que no se habían apuntado pidieron participar, se produjo alguna impuntualidad, las partidas que se jugaron transcurrieron sin incidentes y el público, en un acto sin precedentes, abarrotó la sala hasta completar aforo.
Más que un juego
El ajedrez se remonta, en sus orígenes, al siglo VI, cuando lo practicaban en la India, y nosotros, en Espinardo, en el siglo XXI, lo seguimos practicando. Los beneficios que este juego tiene están comprobados. De hecho, hace tres años el Parlamento Europeo comenzó a promover el programa “Ajedrez en la escuela”, ya que este juego
contribuye a mejorar la concentración, la paciencia y la persistencia de los niños y […] puede ayudarles a desarrollar el sentido de la creatividad, la intuición, la memoria y las competencias tanto analíticas como de toma de decisiones. El ajedrez enseña valores como la determinación, la motivación y la deportividad y es accesible para los niños de cualquier grupo social, por lo que puede servir para mejorar la cohesión social y contribuir a objetivos políticos como la integración, la lucha contra la discriminación, la reducción de las tasas de delincuencia e, incluso, el combate contra diferentes adicciones (fuente: El Mundo).
Inicio y desarrollo del torneo de ajedrez
El martes y el miércoles, cuando los alumnos de las Categoría B y A respectivamente llegaron a la puerta de la Biblioteca, D. Ángel –profesor de Matemáticas y Economía– y yo, D. José Eduardo –de Lengua y Literatura–, los esperábamos para pasar lista y situar a cada participante en su lugar correspondiente.
Cada una de las tres grandes mesas de la Biblioteca tenía encima tres tableros de ajedrez, con las fichas preparadas y, junto a cada tablero, unos post-it que indicaban el número de los contrincantes que combatirían en él. Una vez sentados los contendientes, se permitió la entrada al público, que colapsó la Biblioteca superando con creces las perspectivas iniciales de afluencia al evento. Incluso hubo alumnos que vieron el torneo a través de las ventanas de la Biblioteca.
El martes no solo asistieron alumnos de 3º y 4º de E.S.O. y de Bachillerato, sino también de 1º y 2º de E.S.O., muchos de los cuales iban a enfrentarse al día siguiente. También asistieron algunos profesores, como Dña. Mercedes y D. Carlos –de Música–, D. Pascual –de Física– y D. Ángel –de Educación Física–, entre otros.
Las partidas se jugaron a 10 minutos, aunque la mayoría no necesitó tanto tiempo. Una de las partidas que más se prolongó parecía que iba a acabar en tablas pero, de repente, un peón alcanzó la línea enemiga, hizo figura y el jaque mate apenas tardó en llegar un movimiento: la Dama blanca atacó, golpeó al Rey negro en el pecho y este, derrotado, cayó incrédulo sobre el tablero. Momentos antes, en otra mesa, en otro tablero, se vio caer a un Rey blanco.
También quedaron en tablas algunas partidas, y tuve el privilegio de ser testigo de una torre blanca que se atrevió, con un instinto inesperado de alfil, a avanzar en diagonal.
Las partidas del martes se desarrollaron muy bien. El público guardó silencio para que los jugadores pudieran estar centrados en sus tácticas y estrategias, los jugadores mostraron en todo momento una actitud de gran respeto y deportividad, la jornada transcurrió en un ambiente agradable y de compañerismo.
El miércoles, debido a que algunos alumnos de 1º y 2º de E.S.O. querían desapuntarse, pues se habían apuntado sin saber jugar, pensando que se trataba de aprender, y puesto que otros alumnos querían apuntarse, decidimos reestructurar el juego de la Categoría A, de modo que convocamos a los interesados de estos dos cursos y nos reunimos con ellos en el primer recreo del viernes. Se hizo una nueva lista y, poniendo los marcadores a cero, quedaron emplazados para jugar el miércoles próximo.
«En el ajedrez, como en la vida, la mejor jugada es siempre la que se realiza.»
(Siegbert Tarrasch. Ajedrecista)