El pasado martes vino al Colegio San José un equipo de profesionales, voluntarios y usuarios de Jesús Abandonado para desarrollar su Proyecto Escuela Amiga, cuya finalidad es sensibilizar a los jóvenes acerca de la problemática de la gente sin hogar y en riesgo de exclusión social.
Se realizaron dos sesiones, una para 1º y 2º de E.S.O. y otra para 3º y 4º de E.S.O. y Bachillerato. La primera parte de la sesión corrió a cargo de Pepe Galera, que entabló un diálogo con los alumnos para hablarles, en primer lugar, del respeto, de la importancia de tratar con deferencia y consideración a las personas, de la necesidad de escucharlas siempre que nos cuentan un problema o cualquier cosa que les preocupe, pues el respeto es un valor que los seres humanos consideramos primordial; en segundo lugar, trató acerca de la Fundación Jesús Abandonado, de la labor que desarrolla, de la gente a la que ayuda y de la gente que presta su ayuda, de cómo ayuda a la gente que lo necesita y qué objetivos tiene la Fundación, en ese intento de que las personas que, en un determinado momento de su vida, por las más diversas circunstancias, se ven arrojadas, casi excluidas, de la sociedad, puedan reincorporarse de nuevo valiéndose por sí mismas. En esta charla, varios alumnos compartieron que también conocen gente que se encuentra en una situación social bastante difícil. Y también en esta charla pudieron conocer los alumnos que, cada día, Jesús Abandonado da de comer y cenar a 417 personas en Murcia.
La segunda parte de la sesión consistió en la representación de la obra de teatro Confesiones, dirigida por Pepe Galera, aunque fue una re-presentación de la propia realidad, pues se trató precisamente de las confesiones que seis usuarios de Jesús Abandonado hicieron sobre sus respectivas vidas, con unos testimonios que causaron impacto en los alumnos, pero siempre buscando un enfoque positivo, mostrando que siempre hay una salida, si se quiere encontrar dicha salida: como acabaron diciendo todos, tras contar sus historias, «quien la sigue, la consigue«. Recordemos, por ejemplo, la confesión de Ricardo, que habló de la Gran Dama Blanca a la que conoció con 18 años y que le truncó la vida; o la de Michael, que tenía un hermano que, siendo ambos pequeños, siempre lo fastidiaba (él lo llamaba «el chivato porculero») y, estando siempre peleados, no pudo arreglar con él las cosas antes de que inesperadamente falleciera, hecho que se produjo apenas tres meses antes de que su madre también muriera, por eso concluyó su historia con esta moraleja: «No dejes para mañana lo que puedas arreglar hoy«. Historias dramatizadas, pero historias reales que estas seis personas contaron para ofrecer a los alumnos sus experiencias más íntimas, con la intención de que les puedan servir de ayuda.
Tras acabar la representación, se abrió un coloquio entre alumnos y actores en el que aquellos hicieron preguntas a estos. Algunos alumnos también preguntaron si podían apuntarse como voluntarios para ayudar en Jesús Abandonado, pero tendrán que esperar a tener 16 años.
Por fin, para cerrar el acto, Pepe Galera recordó que Jesús Abandonado está desarrollando la campaña de recogida de alimentos en los colegios de la Región de Murcia.
Y, para cerrar esta entrada, dejo aquí la pregunta con la que despidieron estos actores sus Confesiones: ¿Cómo os sentís mejor: cuando interpretáis un papel o cuando habláis con el corazón?
Fidel Díaz Sánchez dice
Una visita difícil de olvidar la que nos brindaron los de Jesús Abandonado, unas intervenciones las suyas llenas de autenticidad. Historias duras pero necesarias, como es necesario echar un vistazo a los abismos para saber que están ahí.